Una vez más su equipo terminó segundo en el torneo y clasificó para jugar el Torneo Argentino ante los dos campeones de ese año. Era un crecimiento justificado, ya que en 1910, luciendo ya camiseta rojiblanca, el Athletic volvió a proclamarse campeón de Copa tras varios años de sequía, repitiendo el mismo éxito al año siguiente. Dado que el campo de Lamiako no reunía las condiciones apropiadas para albergar un evento de aquellas características, el Athletic decidió trasladarse al nuevo Campo de Jolaseta, ubicado en el barrio de Neguri (Guecho).
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