Con 30 años y después de cinco temporadas en Anfield, está asentado en la élite mundial y sólo el fiasco con Egipto, que no estará en el Mundial de Qatar, le resta opciones para repetir en la zona alta el año que viene. Un año agridulce para un Salah que volvió a demostrar su tremenda calidad y su capacidad goleadora, pero que se quedó a las puertas del título en la Premier, en la final de la Champions y en la final de la Copa África.
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