Pero aprovechando que se va a Catar y que la selección española está jugando el Mundial de Rusia, no está de más recordar que con él, con Gabriel Fernández Arenas, se ha cometido una de las mayores injusticias de la historia de la selección española. Se va una auténtica leyenda, con más de 400 partidos con la casaca rojiblanca. En el pasado curso apenas jugó 18 partidos debido a las lesiones, en medio de los rumores que ya le situaban en el Barça, equipo al que llega libre, sin coste de traspaso.
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