El futbolista del Real Madrid buscó el gol, desbordó, tiró del carro y enfrentó una y otra vez a la zaga suiza, pero aunque marcó, el gol no subió al electrónico por fuera de juego previo de Richarlison. Para esta sede, el diseño del estudio de arquitectura español Fenwick Iribarren trabajó sobre la idea de rendir homenaje a la tradición de comercio y navegación mundial de Qatar a través del Golfo Pérsico.
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